Así lo estima la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) en función de los datos recabados en el informe «Absentismo Laboral derivado de la Incapacidad Temporal por Contingencias Comunes (ITCC)», en el que se avanzan los tres primeros trimestres de 2023 y se cierra el ejercicio 2022., después de que 1.370.000 trabajadores no acudiera ni un solo día a trabajar durante 2022, con un gasto total para las empresas estimado en 97.624 millones de euros, bien porque dejaron de producir o de prestar servicios. Un coste que, según las estimaciones de AMAT, podría superar los 117.000 millones de euros en 2023, a los que, añadiendo los gastos con cargo a Seguridad Social y a las empresas, lo situaría en 142.000 millones de euros, acercándose preocupantemente a la nómina anual de pensiones contributivas (159.688 millones de euros para las de la Seguridad Social, a los que habría que sumar unos 20.369 millones de las Clases Pasivas).
Como conclusión, el coste del absentismo laboral por ITCC produce graves repercusiones para los trabajadores, para nuestro sistema de Protección Social, para la competitividad de las empresas que lo sufren y para la creación de empleo y además afecta de manera negativa al crecimiento económico
El informe dice que resulta necesario que, por parte del legislador, se reflexione con cierta urgencia sobre la viabilidad del actual modelo de gestión de la prestación de ITCC, y se impulsen todas aquellas medidas orientadas a una mejor gestión y control del absentismo laboral derivado de la ITCC, preservando siempre los derechos de los Trabajadores, pero dirigidas a evitar, además de todos los gastos que son innecesarios, el uso inadecuado de esta prestación por parte de una minoría de los mismos, así como a reducir las cargas administrativas y burocráticas que, en muchos casos, conducen a una duración superior de los procesos a lo que realmente sería necesario. Todo lo anterior se ve significativamente agravado con la carga asistencia de los SPS materializada en las conocidas “listas de espera”
En definitiva, los costes del absentismo laboral son un claro factor que afecta a la competitividad de las empresas y condicionan en su medida la sostenibilidad del Sistema de Seguridad Social. Así las cosas, resulta obligado avanzar en medidas eficaces que contribuyan a la racionalización del gasto que se deriva de estas situaciones y a suprimir los costes innecesarios, económicos y sociales, que están siendo asumidos por parte de las empresas y los trabajadores que contribuyen a la Seguridad Social, y que en última instancia tiene efectos perniciosos sobre la competitividad de las empresas, la creación de empleo y el crecimiento económico, sin perjuicio de ser un factor importante que compromete significativamente la viabilidad del Sistema de Seguridad Social